...Esta primavera a destiempo y este día infiltrado adicional, me tienen alborotada. Desordenada por dentro y por fuera. Me coloco bien la camisa, el chaleco, el pantalón, el pelo. Da igual. Camino y me vuelvo a desbaratar. Es como si no encontrara mi sitio en mi propio cuerpo, con mi propia ropa, con mis propios movimientos, quizás en mi propia mente. Ando incómoda. Quizás algo molesta. Resoplo. Susceptible ante mis palabras y e incluso mis pensamientos…Impaciente, eso es, impaciente.
Cuántas veces te camelo, te seduzco, te acallo con palabras creíbles, te admito sin querer darte importancia…Y cuántas vuelves a pillarme desprevenida, a venir de otra forma que no me resultas conocida, a quejarte, a reivindicar que, aunque no lo parezca, algunos días sigues ahí…
Cuántas veces te camelo, te seduzco, te acallo con palabras creíbles, te admito sin querer darte importancia…Y cuántas vuelves a pillarme desprevenida, a venir de otra forma que no me resultas conocida, a quejarte, a reivindicar que, aunque no lo parezca, algunos días sigues ahí…