martes, 29 de julio de 2014

Julio, Huelva, juntos

Por las tardes la marea baja y la playa se hace inmensa. El reflejo del sol sobre la arena mojada y lisa desdibuja la silueta de mi padre que viene del mar. Los niños corren hacia mí desde el pinar persiguiendo a Leo. Y ríen, y juegan. Sus risas se entremezclan con el viento que sopla. Mi madre está sentada a mi lado. El horizonte se pierde y se ensancha. Se hace inmenso también, como la playa, por las tardes. Y pienso que es así como me gustaría que se quedasen siempre...