domingo, 20 de junio de 2010

Decisión (por indecisión)

Dices que uno ha de sentirse seguro cuando lo eligen.
Pero, permíteme, ¿no más cuando lo sienten?,
aunque se traduzca en ausencia y no en presencia.
Porque, ¿cuántas veces escogemos una opción
por no enfrentarnos a nosotros mismos,
por no parar y cambiar de camino,
por no empezar otra vez sin saber,
"adónde", "con quién", "y después"?
Y, si tú ves esto en el otro,
porque lo ves si miras, lo ves,
¿no has de hacérselo saber?
Le pides valentía al que elige, pero,
¿conformismo al elegido?
No acabo de entender.
Conformismo.
El del que teme, el del que sólo necesita.
Porque, permíteme, de nuevo, ¿el del que ama?
No, no puede ser.
Querer no es retener.
Querer, a mi modo de pensar, es dejar hacer,
y, en ocasiones, quizás,
cuando uno cree que no tocaba decidir,
dejar marcharse,
dejar ir,
dejar SER...