domingo, 6 de julio de 2008

Sobrevivir

Desnuda y vacía. Desnuda y vacía, vuelvo a cruzar el charco. Espero volver, al menos, con un traje de neopreno que me envuelva de pies a cabeza.

miércoles, 2 de julio de 2008

Desahogo discontinuo

Tantas veces la vida nos deja el reducto de sólo estar. Tantas. Que me encuentro una y otra vez en el mismo sitio. Una y otra vez. Y cada vez esperándolo menos. Porque cada vez la situación se repite de una forma diferente. Totalmente distinta. Más distinta. No hay dos iguales. No hay regla. Lo que aprendemos con una persona, a veces pienso que no sólo no nos sirve para otra, sino que incluso lo desaprendemos para esa otra. No hay regla, no la hay. En el fondo, controlamos tan poco de lo que nos afecta, de lo que nos importa. Tan poco. Que es un azar esto de vivir. Esto de amar. Un azar. Quizás por eso, yo también creo en el valor del esfuerzo y de la responsabilidad, porque es la única manera de sentir que algún resultado puede depender de nosotros, al menos en lo que significa aumento de posibilidades. Pero, ni compartiendo ese principio, tan utilizado en los últimos meses, hay reglas. Ni tan siquiera. Qué efímera es la felicidad. Qué efímera. No me extraña haberme sentido un tanto extraña estos dos meses y medio, por lo inusual, por lo inusual en mi vida por esa razón…por estar feliz por eso. Tantas veces la vida nos deja el reducto de sólo estar. Tantas.