domingo, 26 de octubre de 2014

Tirantes. Noche. Octubre. Bola del mundo

...En tirantes, con la ventana abierta, de noche a las siete de la tarde, y con la bola del mundo al lado, me muevo al ritmo de una canción que oigo en la radio, mientras intento preparar las clases de mañana. Una canción conocida, que no identifico, con mucho ritmo, pero suave. Hoy es un día raro. Los cambios estos de horario, que anticipan la noche, cuando no nos ha dejado todavía el calor, nos remueven, y crean paradojas como la que estoy viviendo en estos instantes. Tirantes, noche, finales de octubre (y bola del mundo, conmigo, mirando, dispersa). 
...Me detengo en el Tibet y veo que está, a mi vista, casi más cerca de Afganistán que de la capital china, aunque tengas que pasar algunas fronteras. Y uno sabe que Pakistán separa a Afganistán de la India, ¿pero también de China? Esto siempre se me olvida, con los rasgos físicos tan distintos que tienen sus habitantes...Es  heterogénea, intensa, desconocida, perturbadora para mí, Asia. Y seguro que fascinante, como lo es, desde que recuerdo, poder deslizarme con la yema de los dedos de un país a otro, de un continente a otro, sin moverme del sitio, sólo haciendo rotar esa esfera que tengo a mi lado. Realmente, el formato no es tan importante, me quedo embobada también con cualquier mapa del mundo, recorriéndolo con los ojos y la cabeza. Relativizas tanto con sólo mirarlos. Ando organizando un poco mi vida, pensando en lo siguiente, porque en el hoy pensé hace un par de meses. Sólo un par, y ya es mucho. Me gusta la improvisación, y sé que la vida es una continua improvisación. Pero también que haya que crear las circunstancias para generar recuerdos (o no sé si me gusta esto, pero creo que es así), porque los días se vuelven perezosos, algunas etapas cansadas, y con un poco de inercia de aquí y otro de desgaste de allá, también nosotros y lo que nos rodea.
Leo mucho de todo, últimamente. Mucho. Me cuesta salir de casa. No me da tiempo a hacer o a leer lo que "tengo que" y lo que me invento. A veces para evitar, otras para afrontar. Y aquí sigo, en tirantes, con la ventana abierta, mirando la bola del mundo de soslayo...Ahora ya centrada en América, del Sur, al Este, en su parte andina...y en las clases, claro.