martes, 14 de octubre de 2008

Déjame que te cuente...


…Nos despertamos entre álamos de hoja amarillenta, pinos verdes, helechos ocres y montañas cubiertas de niebla (en lo alto). Él canturreaba todo el rato. Ella iba perdiendo el miedo a los profundos barrancos que nos movían en zig-zag dentro del coche. Respiramos profundo, sacando las costillas y llenando los pulmones, en la fortaleza del Castillo desde el que se divisaba todo el parque natural. Paseamos ojipláticos entre plataneras, impresionantes acebos, avellanos, pinos recubiertos increíblemente de hiedras y más álamos, muchos más álamos a ambos lados del camino. Pisamos las hojas de las parras rojizas caídas, y oímos su crujir. Cogimos higos, madroños y uvas, contentos. Empatizamos con un anciano que secaba nueces en la puerta de su casa y tomaba el sol de la tarde (el que las montañas y los pinos y los álamos –sobre todo los blancos- dejaban entrever). Comimos a las faldas de la montaña, cordero, claro, y merendamos mojándonos los pies con el agua, gélida pero limpísima, que corría desde la sierra. Allí, en la Toba, él silbaba a la par que canturreaba, y ella, charlaba amigablemente con los vecinos a la vez que bromeaba. Corrimos entre los delgados y tupidos troncos de los pinos, intentando perdernos, para luego encontrarnos, mejor. Oímos nuestro eco, porque probamos a oírlo. Vimos atardecer en Hornos, y retuvimos para vosotros el olor, los colores y la luz -que un momento antes de irse del todo brilla más- del otoño de la sierra de Segura. Dormimos desde pronto, y el tul verde que se nos antojaba formaban las ramas de los pinos extremadamente finas y próximas cuando se unían unas a otras, envolvió nuestro sueño… Él dijo que la naturaleza era bella, tan perfecta, tan armónica. Ella, con naturalidad, sonrió y lo cogió del brazo. Siempre guapa, pero entonces, más.

22 comentarios:

Fernando dijo...

un viaje al bosque donde todavía se respira la vida...besos querida Libertad..así debías haberle puesto al post...respiro libertad.

esperanza dijo...

Pisar las hojas secas en otoño, siempre me ha resultado apasionante. Descubrir los mil sonidos en la alfombra de mil matices de colores. Y sobre la cabeza, un cielo de mil tonalidades distintas.

Es curioso...este año me apetece primavera, por eso iré a buscarla; tal vez, el vértigo de los últimos meses se detenga revisitando la estación en el sur. Tal vez allí me está esperando la energía de primavera y verano que se me escapó entre los dedos. Y es que las prisas...

Espero te dure el recuerdo de éstos días; es como revisitar.
Celebro leerte ilusionada y tan guapa como siempre.

TORO SALVAJE dijo...

Una excursión de lujo. Que envidia.

Besos.

Melpómene dijo...

Suena a tranquilidad, a aire limpio, a quedar lejos del mundanal ruido. Suena bien.

libertad dijo...

Jajaja, gracias Esperanza!..Pero no soy yo la guapa...es mi madre.

esperanza dijo...

Guapa como tu madre, entonces. Ni más ni menos. Besos.

Tacirupeca Jarro dijo...

Bonito paraje, desde luego, pero más bonito lo hace la historia en él vivida.
Un abrazo

* Sine Die * dijo...

Uhmmmm vida en verde, Liber.

Puro oxígeno de (re)nacer..

Un beso!

Simplemente Olimpia. dijo...

Ya, ya sé que no es domingo, pero no sólo en los festivos te leo.
Aquí me tienes, anonadada en tu "cuento", una vez más espectadora de excepción y casí casí álamo a tu paso.

NO sé silbar, siempre quise aprender, pero no lo hice con ahínco....supe y sé que puedo darle el tono que quiero aunque me falte el "sonido" nasal o gutural que lo acompañe.

Adoro mecerme contigo.

Olimpia.

Simplemente Olimpia. dijo...

P.D; por cierto! la empatía no sólo ha de ser humana, tú me has demostrado que abarca a toda la naturaleza.

Olimpia.

Sirena Varada dijo...

Destellos retrospectivos de felicidad, instantes atrapados que se convierten en un sueño ilusionante, y todavía mejor que un sueño: una realidad ilusionante.

Me encanta ver la ilusión envolviendo tu sonrisa.

...Cuéntanos muchas cosas como ésta

Un abrazo

ybris dijo...

Delicioso despertar en tan bellamente otoñal paisaje.
Muy bien descrito y bien acompañado de su calor humano.

Besos.

momo dijo...

limeña..
me gustan tus paseos , en sta época está tan lindo y con tantos colores , es un pena que no aprovechemos más esta epoca para pasear .
Besinos

momo dijo...

tú no sabes esa canción?
dejame que te cuente limeña , ay dejame que te diga....
pos eso...
una chorrada mia

ferfo dijo...

Esos abrazos son los quedan uniendo corazones.

Guapas!

Clarice Baricco dijo...

Ayyy què bonita manera de contarme....sí, si te dejo que me cuentes más y más.

Abrazos.

PD. Claro que me encantará leerte como quieres.

Besos.

libertad dijo...

Puede ser, amigo Fernando. Gracias

Gracias, Esperanza, ahora estoy pensando en tu día y tu noche buenos, camino de la guardia...

Fue un lujo, Torosalvaje, planificado, pero no por ello menos sorprendente. Un lujo.

Era (es) un lugar totalmente aislado, se respira paz, Melpómene. Totalmente recomendable

La historia, Magnolia, es la de mis padres, y el título "déjame que te cuente", va dirigido a una de mis hermanas, la que no pudo estar en ese lugar precioso.

Y renaces, renaces a todo lo bueno.
Besos

libertad dijo...

Yo adoro que sea así, querida Olimpia.
Tú me has hecho consciente de esa empatía descrita.
Mil gracias
Un beso fuerte (echo de menos tus letras)

Gracias, Sirena Varada, gracias. La ilusión estaba. Si no fuera tan pudorosa, ponía una foto pa que la vieras! Un beso

Oh, gracias Ybris por volver y acompañarnos. Te lo dije en tu blog, eres diferente, extraordinario, has vuelto.

Jajajaj, Momo, no no la sabía...pero tampoco la había relacionado con la continuación de mi título...gracias!! Qué boba!

Gracias Ferfo. Ella, ella, guapa ella!

...Pues lo haré Clarice, lo haré, porque me encantó tu entrada.

manuel_h dijo...

podía olerlo, me ha encantado!

libertad dijo...

Gracias, Manuel H. Eres un sol.:)

Anónimo dijo...

Me encanta verte tranquila. Una vez me dijiste que para ti eso era la felicidad. Y sí, va a ser que sí.
Un beso

libertad dijo...

P.D. Este post está dedicado a mis padres, y a los días que hemos pasado en la sierra de Segura.