domingo, 5 de abril de 2009

Sombras

Hay momentos en que uno tiene la sensación de que su presente está lleno de demasiadas sombras. No es que sean partes oscuras, o no me refiero yo a eso, me refiero a vidas con las que nos hemos cruzado de una manera relativamente intensa, y con las que no conseguimos una reconciliación en paz que transforme ese encuentro en experiencia, y que le devuelva a ese perfil en sombra, el rostro de la persona con la que coincidimos. Dicen que no se olvidan las palabras dichas en determinados momentos. Yo creo que lo que no se olvida es sobre todo la interpretación (a veces real, casi siempre figurada) que los que las escuchamos hacemos de ellas. Dicen que los hechos son lo que cuenta, pero muchas veces se nos escapan entre los dedos gestos sencillos que creemos pueden alegrar a otro, sin más pretensión, o quizás con la pretensión no consciente de que las sombras que a veces aparecen se esfumen, pero no son acogidos como lo que son. Quizás no puedan ser acogidos así. No lo sé. Hay que aceptar tanto. Hay que respetar tanto… que a veces me llena la frustración de no poder reconciliar mi vida con mis sombras porque ellas se niegan a que les dé la luz. A convertirse en rostros. Con lo fácil que sería. Pero es cosa de dos. Sin embargo, y pese a esta frustración que me invade en determinados momentos, a esa sensación que asalta mi presente, tengo que reconocer, que no me impide mirar hacia delante y hacia arriba. Porque mirar hacia delante y hacia arriba hace tiempo que se convirtió para mí en una obligación moral. Por eso, y porque estoy encantada de volver a ver el sol, he decidido jugar a esconderme de esas sombras cuando vuelvan a aparecer, porque hacer como si no existieran no ha servido de mucho (al subconsciente no se le engaña tan fácilmente). Igual cuela….Mira que si un día al no encontrarme cogen y se van…

15 comentarios:

libertad dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Fernando dijo...

de todas maneras acostumbrarse a ellas es lo mejor...un beso.

TORO SALVAJE dijo...

Hazme caso: SE VAN.
Con el tiempo, pero se van todas.
El tiempo lo puede todo.
Verás como si.

Besos.

UMA dijo...

Acojo las sombras y me atormento, no lo voy a negar, pero sabes que, Liber?
Un dìa te levantas y pareces reconciliarte con el mundo...un dìa màgicamente sentìs esa libertad de ser y de seguir mirando al frente y arriba y el sol lo invade todo de tal forma que las sombras se disipan y sòlo regalan sonrisas.
Somos HOY, parte de todas esas sombras que han sembrado en nosotros el dolor pero tambièn nos han alimentado, hemos crecido, eso es muy bello.
Gracias por este post de hoy, de tu pluma deslizàndose con destreza.
Un beso y abrazo enorme que bien te vienen y bien te los merecès, pienso que sos una persona extraordinaria, no sè si alguna vez te lo dije.
Disfruta el domingo, tenès con què-

Dulcinea dijo...

entiendo tu frustración, pues sobre todos planean sombras. Pero estoy con Fernando...acostumbrate a ellas, y verás como se irán.

un beso

cristal00k dijo...

Bueno y malo todo pasa Libertad, sólo hay que saber esperar.
Besos.

Simplemente Olimpia. dijo...

Ey! mira que no quiero sentirme aludida,;) jamás tomo como propias palabras sueltas al aire...pero quizá hoy sea una noche de esas de egoismo, "actos de contricción y penitencia".
NO creo que la forma de unos ojos da una mirada, ni que la curva de unos labios da la voz....entiendo que dar forma implica un tacto más cercano...lo entiendo y lo comparto...y que la oscuridad acoje sombras sin perfil definido....pero de ahí a desaparecer?
Mira que si todos fuesemos espectros cómo nos reconoceríamos?

Yo sabría claramente descubrirte, es fácil, sólo habría de ver "la libertad".

Un beso tras-lúcido.

Olimpia.

esperanza dijo...

Antes de entrar en estos días sin horario...se me ocurre que las sombras se producen porque hay un cuerpo que las proyecta. Si no es así, esas sombras son fantasmas. Si son fantasmas, y no te agradan, encendiendo la luz, cuanta más luz mejor, se asustan y desaparecen. Pero hay espectros que se muestran amables y ayudan más que muchos vivos. Con éllos, se puede dialogar y compartir.
Hacer como que no existen los hace crecer, me han dicho, los irrita ó los disgusta, y acaba siendo peor.

(Espero que el sol te siga acompañando. Un beso)

Anónimo dijo...

Me siento totalmente identificada con tu relato.
Las sombras se aclaran cuando sale el sol, y se oscurecen al llegar la noche.
Por suerte hay algunas de ellas que poco a poco van desapareciendo. En cambio existen otras que desearía que se quedaran para siempre junto a mí, dándome fuerzas y aliento, ayudándome a VIVIR.

Mar dijo...

Se me escapó la firma y la despedida.
Un beso y mi gratitud por tanta riqueza que hay en tus palabras.

momo dijo...

Hay que respetar tanto… que a veces me llena la frustración de no poder reconciliar mi vida con mis sombras porque ellas se niegan a que les dé la luz.
Llevo toda la tarde
(a intervalos )leyendo esta magnífica entrada.
No creo que se nieguen , pero si es cierto que son obstinadas, al menos las mias.
ya sé que me repito pero que hermosa entrada .
un abrazo

libertad dijo...

Gracias...:)

momo dijo...

Entraré despacio a leerte, aquí no quiero prisas, sólo es para decirte que tienes un premio dardo en mi blog

libertad dijo...

Muchas gracias, Momo. Me paso

Anónimo dijo...

Me parece una idea estupenda. Un beso