domingo, 10 de mayo de 2009

Ser

Hay días en que las emociones se salen por la boca. Sin esperarlas. Sin avisar. Y sin que podamos hacer nada o casi nada. Es como si el filtro estuviera lleno y hubiera dejado de funcionar. Quizás lo mejor es asumirlo y no intentar enmendarlo a golpe de razón, voluntad, o sentido común. Que salgan. Que se vayan yendo. Que se las lleve el viento. Seguramente así la próxima vez nos sorprenderán con menos fuerza.

18 comentarios:

Fernando dijo...

siempre dejarlas salir...besos.

TORO SALVAJE dijo...

Haces bien.
Intentar dominarlas es un esfuerzó titánico, a menudo inútil y con efectos desagradables.
Déjate ir y ya está.

Besos.

manuel_h dijo...

hay días que se van solas, y días en que se quedan atascadas

Sirena Varada dijo...

Querida Libertad; te comprendo muy bien, y tienes razón, no hay que poner gafas de sol a las emociones, es bueno que les dé la luz. Si ponemos siempre escudos a lo que más nos ayuda a dimensionar lo vital, a percatarnos de que estamos vivos, ¿de qué nos sirve estarlo?

Sería muy hermoso y saludable que pudiéramos conservar siempre la capacidad de sorprendernos y que nos sorprendan.

Un abrazo muy fuerte

coco dijo...

La última vez que la emoción se me salió por la boca, fué un sábado por la noche en la esquina de una discoteca. Y no sé si quiero repetir.

Elendaewen dijo...

Jap.

Muy cierto. Quisiera saber cómo se arregla ese filtro, no estaría de más controlarlo.

Saludos.

cristal00k dijo...

A veces, no hay filtro que valga, por más que lo intentemos.
Y a veces lo mejor es dejarse llevar. Depende de si son "benéficas" o no...
Un beso niña.

libertad dijo...

Hoy son tristes, cristal, por Antonio Vega.
Bs

Anónimo dijo...

Hay que sacar todos, los buenos y los malos sentimientos, aunque hieran. Lo que se queda dentro pudre.
Siempre siempre, SINCERIDAD.
Un abrazo

esperanza dijo...

Me sale una canción, de Jarabe de Palo..."Emociones".
Dice cosas como que se encierran en prisiones con muy poca vigilancia, que son refugio de soñadores, ó bandera de desertores cuando faltan las palabras...
Lo que tememos de las emociones, tal vez sea el no tener una razón, ni una explicación, ó tal vez tememos la reacción ante éllas. Y que no podemos marcarles el camino, ni de entrada ni de salida. Además casi siempre cuando entra una emoción sale otra, sin saber si es la misma que entró disfrazada ó transformada ó es una nueva que se coló por la puerta. O tal vez, sea como en los teatros de económico presupuesto, que con tres soldados hacen un ejército desfilando y acaba siendo todo sota, caballo y rey. Al final, mucho más sencillo de lo que parece, pero más emocionante.
Un abracísimo, guapa!!!

momo dijo...

Si , es cierto hay dias...
buf , yo hoy no sé que tengo , es como un extravío, no sé, me quedo quieta , mientras veo como corre el aire y no sé explicarlo.
un besín

Serena van der Woodsen dijo...

Creo que de vez en cuando o muy de vez en cuando, todos tenemos uno de esos días en los que las emociones se nos escapan. Qué mejor manera de llevarlo que disfrutarlo.
No sé cómo, pero ha sido una grata sorpresa llegar este blog.

ybris dijo...

A veces salen. Otras, hay que sacarlas.
Lo imprescindible es dejarlas a merced del viento o en botellas que las olas lleven.

Besos.

libertad dijo...

Las dejaremos a merced del viento, querido Ybris. Las dejaremos. Un beso grande.

Gracias por la visita, Serena

NoSurrender dijo...

es que las emociones son muy suyas, y no les gustan los garitos atestados de otras emociones. Necesitan su espacio para enchirse, y crecer dentro de nosotros.

Qué bonita tienes la casa!

Anónimo dijo...

ser, mejor, no?? aunque sea...

Clarice Baricco dijo...

Sí, cierto, pero me preocupa a mi que me salga "el ser" en el momento y/o con la persona no adecuada.

Abrazos linda.

libertad dijo...

A mí también me asusta eso, Clarice. Besos!