Tranquila y
convencida de que es necesario protegerme, he decidido volver a retirarme. Rodearme de
la gente que me quiere, y mantenerme al margen de todos los demás. No
interferir en sus vidas, ni cruzarme en sus caminos, ni estar al tanto de sus
días. Ya lo hice…. Esta vez, salí, tuve suerte, encontré, confié, pero se fue… Ahora
sólo puedo "consentir" a lo que yo no he decidido y no rebelarme, aunque me cueste, como siempre. Nadie se
construye en la rebelión. Al revés, se destruye, se pierde lo mejor, como decía
el H. Roger. Toca descansar y cuidarme. Sentir el dolor de la ausencia, pero decir no al sufrimiento innecesario, para que mañana quizás toquen
otras vidas, otros caminos y otros días. Desde casa, dormiré, confiando en que
algún día el corazón vuelva a vigilar y pueda esperar sin prisas ni impaciencia a que
llame a mi puerta, otra vez, una sonrisa clara, unas palabras tiernas y
bienintencionadas, una mirada cálida, unas dudas reconocidas y un silencio sincero. Además de, esta vez, una voluntad decidida de vivir con el miedo que nos acecha a todos, y un querer apostar, pese a él, por el desafío que supone compartir un
camino…Confiaré...
miércoles, 5 de febrero de 2014
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1 comentario:
Siempre
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