miércoles, 5 de febrero de 2014

...Comienzos (II)

Tranquila y convencida de que es necesario protegerme, he decidido volver a retirarme. Rodearme de la gente que me quiere, y mantenerme al margen de todos los demás. No interferir en sus vidas, ni cruzarme en sus caminos, ni estar al tanto de sus días. Ya lo hice…. Esta vez, salí, tuve suerte, encontré, confié, pero se fue… Ahora sólo puedo "consentir" a lo que yo no he decidido y no rebelarme, aunque me cueste, como siempre. Nadie se construye en la rebelión. Al revés, se destruye, se pierde lo mejor, como decía el H. Roger. Toca descansar y cuidarme. Sentir el dolor de la ausencia, pero decir no al sufrimiento innecesario,  para que mañana quizás toquen otras vidas, otros caminos y otros días. Desde casa, dormiré, confiando en que algún día el corazón vuelva a vigilar y  pueda esperar sin prisas ni impaciencia a que llame a mi puerta, otra vez, una sonrisa clara, unas palabras tiernas y bienintencionadas, una mirada cálida, unas dudas reconocidas y  un silencio sincero. Además de, esta vez, una voluntad decidida de  vivir con el miedo que nos acecha a todos,  y un querer apostar, pese a él,  por el desafío que supone compartir un camino…Confiaré...