domingo, 18 de mayo de 2014

Extrañeza...

Anoche salí de casa para tomar el aire y nos encontramos con un mercado medieval en la puerta.  Fue cuanto  menos extraño recorrer los puestos y la pequeña placita donde nunca me los hubiera imaginado…Me abordaron los recuerdos, sin esperarlos. Vinieron a  mi puerta, sin avisar.
...Y es que te has quedado. En estos lugares, desdeluego ...Y ya no sé cuál era mi manera de mirarlos, ni de pasearlos ni de disfrutarlos antes de conocerte. No puedo recordarla. Es como si mirara con tus ojos y paseará con tu aire de caballero romántico, por Segovia, por Sigüenza, por León, por Astorga o  por Hospital de Órbigo. Es como si fuera un poco tú. Pero sin imposturas, sin hacer nada especial. Sólo (o no tan sólo) por haberlo vivido y  compartido contigo, porque se ha quedado. Porque se ha quedado esa manera tuya en mí, y, quizás, conmigo.  Y así debió verlo la señora con aspecto voluptuoso, sonrisa amplia, y mejillas coloreadas, que se me acercó cuando salíamos y me dijo que me esperaba el año que viene en las Bodas de Isabel de Segura, en Teruel, que ella tenía trajes apropiados para resguardarme del frío y aún así estar bonita  (y me extendió una tarjeta con sus datos...) . Mi madre se quedó extrañada, y le dijo que nosotras éramos de Córdoba, que también estaba invitada. Por unos instantes intenté decir algo. Luego sonreí, y le dije a mi madre que  era mejor que nos volviéramos ya.

Al llegar a casa, miramos al cielo y estaba emborregado. 

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