sábado, 15 de noviembre de 2008

Cadenas virtuosas

…. Dejé la factura de teléfono que miraba sobre la mesa. Encendí la lámpara de mimbre de luz tenue amarillenta para las ocasiones especiales. Me incorporé en el sofá de manera que pudiera ver bien la pantalla del televisor, subí el volumen con el mando…y empecé a escuchar la voz pausada de Victor Érice contándonos el verdadero final de la película el Sur. Con todo detalle, esmerándose en hacernos saber por qué ese final y no el que se grabó finalmente le da coherencia moral a la historia y al comportamiento de los personajes…No sé exactamente en qué momento pero en esa explicación mencionó a Robert Louis Stevenson (que como él mismo dijo, “nunca dejó de apreciar la belleza de la tierra ni de expresarlo”)…Enmudecí unos instantes…pensé en mi amigo del norte y pensé también en la frase que le había oído a Victor Érice: "En la realidad está todo, sólo hay que fijarse...". Y... me vino a la cabeza y casi a los ojos, aquel pasaje soberbio de Muñoz Molina titulado “El misterio de la lentitud”, donde nos trasmitía como Victor Érice intentaba captar magistralmente la luz del otoño (la parte casi imperceptible) sobre los membrillos que pintaba (genialmente) Antonio López , en su película “El sol del membrillo”… Y, entonces, aparqué a Érice y me detuve en Muñoz Molina. El “descriptor” de lo imposible. El lúcido pensador y ensayista que unos días antes me había deleitado con su conversación con Todorov. Un Todorov, extraordinario, preclaro, humano. Y repetí lo retenido, ahora de Todorov... “La responsabilidad que nos corresponde es la que menos ejercemos: la de comprender de verdad, hondamente, sin prejuicios sectáreos, la tragedia que vivieron nuestros mayores" (…) “Civilización es igualdad ante la ley y respeto a las diferencias de los otros. Barbarie es desigualdad, injusticia, tiranía. El derecho a la diferencia no equivale a disculpa para la opresión. Hay muchas maneras de cultura, pero sólo una de civilización: aquella que no consiente que se ejerza abuso sobre nadie"...Y cerré los ojos, y me dormí con cierta tranquilidad, con cierto regusto por el trabajo bien hecho de otros, con esa especie de confianza en la vida que generan algunas personas con lo que piensan o hacen, con lo que filman, con lo que escriben, con lo que pintan, con lo que son capaces de captar y sobre todo de trasmitir.

viernes, 7 de noviembre de 2008

Melancolía de caracolas

...Siempre tuve cierta querencia por el Sur. "Quizás" porque soy de allí, o quizás porque, como decía un amigo, el Sur “es un estado del alma” (hace tiempo que creo que también el Norte…pero otro). Y a los estados del alma, siempre se vuelve, como al amor. Siempre…Esta tarde de viernes, “obligadamente” charlatana “pa´ fuera”, y callada y ensimismada “pa´dentro”, tarareo casi mecánicamente, como si inconscientemente estuviesen grabadas en mí, desde mucho, las melodías de Ruibal.

(Lo descubrí en un café “medio clandestino” -por su carácter “manifiestamente escondido”- de la calle que estaba detrás de los jardines de la Victoria. Justo detrás, a mano izquierda. Se me ha ido el nombre…pero recuerdo perfectamente las escaleras estrechas, viejas y empinadas que había que bajar para llegar al sótano, al café…y…le pongo música a poemas, y oigo una voz grave mezclada con una guitarra y con otros sonidos que se me agarraban a la garganta, y que me hacían allí mismo soñar con el mar, oler a azahar, y mirar a lo lejos. Mucho más lejos de aquella “salita-café” subterránea. Y de la calle donde estaba. Y de mi casa, y de la ciudad. A lo lejos, al horizonte grande y profundo que alcanzaba mi imaginación)

Unas melodías que me estremecían, que me hacían ponerme meláncolica y alegre al mismo tiempo, sintiendo sola lo que él mismo llamaba una “melancolía de caracolas”. Unas melodías que hoy, a más de cuatrocientos kilómetros y a años, sin mar, y sin azahar, sólo con un suave susurro, con un tarareo entre dientes, apenas perceptible, me siguen estremeciendo…

“...Por qué sigo aquí, de qué sirve
esperar a un hombre que siempre fue libre
Dime tú si vale la pena amar tanto el mar
y enterrarse en la arena…aylayla…aylayla”

martes, 4 de noviembre de 2008

Todo es igual. Todo es distinto

"Dos colores. Dos grises. Gris más intenso en los alrededores y gris más claro en el centro, en un compacto bloque central. Gris más intenso en la costa Este y en la costa Oeste, gris más claro en el interior, en un compacto bloque central (Illinois parece una pequeña mancha en el centro)...No dejo de mirar el mapa de los Estados Unidos impreso en una de las páginas centrales del periódico de hoy. También lo miraba ayer, y antesdeayer cuando no eran grises definitivos...desde diferentes ópticas, con gafas, sin ellas...grises!?... ...Hoy, cuando me encuentre con mi compañera de Carolina del Sur, la del despacho del otro lado del patio, la jefa del servicio de idiomas, sé que me voy a acercar a ella, le voy a decir qué tal...y... que por favor me explique, me cuente, quiénes son y cómo piensan los ciudadanos de Kansas, de Oklahoma, de Arkansas, de Misuri, de Misisipi, de Arizona, de Montana o de Texas... necesito conocerlos, saber algo más de ellos para entenderlos...y eso que los periódicos se imprimen en blanco y negro..." (Pandemonium, 2004)

P.D.- Quizás a la perspectiva, haya que añadirle el tiempo, para hacernos ver que las cosas no siempre son lo que parecen

jueves, 30 de octubre de 2008

Puntos (de mirada)

No sé cuál era antes mi concepto de belleza…pero ahora, es muy amplio, pero que muy amplio. Amplísimo. Veo a casi todo el mundo "guapo". Guapo, sí, así es. A casi todo el mundo (incluso a las actuales parejas de mis “ex” que tengo la “virtud” inexplicable de siempre verles una “ternura en la mirada”, una “viveza en los ojos”, o simplemente un “no sé qué”, pero algo que las hace guapas…) ¿Estaré perdiendo el criterio o la capacidad de discernir? Porque es que yo veo a casi todo el mundo "guapo"…

miércoles, 22 de octubre de 2008

En el presente, a veces encaja el pasado

Siempre te quise pese a los peros que tú te ponías. Que tú decías que tenías para que me pareciera asombroso quererte. Porque querer se quiere o no se quiere. Y si se quiere, se quiere en bloque. Todo. Sin peros. Sin condiciones. Te quería. Sólo dudé de que tú me quisieras. Y tú creíste que por eso no te quería. Sólo (o no tan sólo)

martes, 14 de octubre de 2008

Déjame que te cuente...


…Nos despertamos entre álamos de hoja amarillenta, pinos verdes, helechos ocres y montañas cubiertas de niebla (en lo alto). Él canturreaba todo el rato. Ella iba perdiendo el miedo a los profundos barrancos que nos movían en zig-zag dentro del coche. Respiramos profundo, sacando las costillas y llenando los pulmones, en la fortaleza del Castillo desde el que se divisaba todo el parque natural. Paseamos ojipláticos entre plataneras, impresionantes acebos, avellanos, pinos recubiertos increíblemente de hiedras y más álamos, muchos más álamos a ambos lados del camino. Pisamos las hojas de las parras rojizas caídas, y oímos su crujir. Cogimos higos, madroños y uvas, contentos. Empatizamos con un anciano que secaba nueces en la puerta de su casa y tomaba el sol de la tarde (el que las montañas y los pinos y los álamos –sobre todo los blancos- dejaban entrever). Comimos a las faldas de la montaña, cordero, claro, y merendamos mojándonos los pies con el agua, gélida pero limpísima, que corría desde la sierra. Allí, en la Toba, él silbaba a la par que canturreaba, y ella, charlaba amigablemente con los vecinos a la vez que bromeaba. Corrimos entre los delgados y tupidos troncos de los pinos, intentando perdernos, para luego encontrarnos, mejor. Oímos nuestro eco, porque probamos a oírlo. Vimos atardecer en Hornos, y retuvimos para vosotros el olor, los colores y la luz -que un momento antes de irse del todo brilla más- del otoño de la sierra de Segura. Dormimos desde pronto, y el tul verde que se nos antojaba formaban las ramas de los pinos extremadamente finas y próximas cuando se unían unas a otras, envolvió nuestro sueño… Él dijo que la naturaleza era bella, tan perfecta, tan armónica. Ella, con naturalidad, sonrió y lo cogió del brazo. Siempre guapa, pero entonces, más.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Conversaciones mundanas (pa´ variar)

-¿Si?
- Que el IPC de agosto es del 4,9%. Y el IPC es el que se aplica tanto si es favorable para ti, como para mí.
- Bueno, no creo que en los últimos años haya sido especialmente favorable para mí. Mi salario no ha subido el IPC (aunque te parezca increíble). Además, el precio del alquiler ya reflejaba la situación del mercado inmobiliario, como para adornarlo con un IPC más alto. Y además, el IPC de ahora es “especialmente poco significativo” para utilizarlo en la actualización de rentas, porque en esta crisis la fruta y el pan y demás manjares de estas características son los que más han subido, y son ellos precisamente los que forman parte de esa cesta de la compra de “una familia típica”.
- No puede ser…
- Es.
- Pues tienes suerte
- Tengo suerte. Lo sé. Pero..en relación al tema que tratamos no entiendo muy bien en qué exactamente?
- Por el piso de al lado les piden más.
- ¿Y?
- Y los chavales lo pagan.
- ¿Los chavales?
- Sí, la pareja que vive en el piso de al lado
- ¡La pareja!! Acabáramos. No, si va a ser cosa mía, ¿verdad?...a quién se le ocurre ser una familia monoparental en estos tiempos que corren y en la capi!…