miércoles, 20 de mayo de 2009

Las esquinas de la primavera...

Desde muy niña aprendí contigo que en el amor la estrategia que quería era la que fuera consecuencia de la táctica que tú escribías en tus versos: mirarse, aprehender del otro, hablarse, escucharse, aceptarse, quererse. Que el buen amor, el de a poquitos, el de los detalles, el de las miradas sutiles, el de las sonrisas que miran al cielo despejado que quisiéramos mañana, el del día a día, el que tú dedicaste a Luz en “Canciones del que no canta” -cuando su ausencia pasó a ser también física- no es contrario al grande. Es el más grande. Contigo entendí que la espera es necesaria, pero que debemos ser dueños de nuestro propio tiempo mientras podamos, porque un día ya no lo somos y nos sentimos tristes, verdaderamente tristes por no haberlo sido. Que hay días que quizás haya que optar por no salvarse, si eso es lo que nos dicta el corazón. Que el destino puede hacerse sonetos y la lucha de clases también. Que el alma tiene rincones que a veces sólo se descubren con el tiempo, pero que no hay que dejar de descubrirlos. Que la melancolía no es mala. Que reflexionar nos hace muchas veces mejores. Que incluso el pasado puede tener porvenir. Tanto. Aprendí y aprendo cada vez que leo y releo, tus poemas, tus cuentos, tu prosa… Tanto. Pero, sobre todo, que el exilio de tu patria, de tu tierra, de tu gente, de los que amas, puede ser incluso peor que la muerte, y robarle la esquina más brillante, más frondosa y más llena de vida a otra primavera que comenzaste así…

“Esta noche estoy solo. Mi compañero (algún día sabrás el nombre) está en la enfermería. Es buena gente, pero de vez en cuando no viene mal estar solo. Puedo reflexionar mejor. No necesito armar un biombo para pensar en vos. Dirás que cuatro años, cinco meses y catorce días son demasiado tiempo para reflexionar. Y es cierto. Pero no son demasiado tiempo para pensar en vos. Aprovecho para escribirte porque hay luna. Y la luna siempre me tranquiliza, es como un bálsamo. Además ilumina, así sea precariamente, el papel, y esto tiene su importancia porque a esta hora no tenemos luz eléctrica. En los dos primeros años ni siquiera tenía luna, así que no me quejo. Siempre hay alguien que está peor, como concluía Esopo. Y hasta peorísimo, como concluyo yo”… ("Primavera con una esquina rota", de Mario Benedetti: Paso de los Toros, 14 de septiembre de 1920 - Montevideo, 17 de mayo de 2009)

18 comentarios:

dEsoRdeN dijo...

No le conozco, pero por lo que leo a partir de su muerte, quizás debería hacerlo...

ybris dijo...

Hermoso homenaje desde tu sentimiento y desde sus palabras.
Así son quienes supieron usar de la luz de la luna sin renegar de la oscuridad de las noches en que no la tenían.
Así son quienes aprendieron a ser dueños de su propio tiempo y no salvarse al ritmo de su propio corazón.
Así seguirán siempre siendo quienes desde lo más profundo de ellos mismos supieron encontrar lo más profundo de los demás.

Bellas esquinas rotas de la primavera que tanto dijeron a quien tanto luego nos dijo.

Besos.

TORO SALVAJE dijo...

Un precioso homenaje.
Yo también he aprendido de él.

Besos.

Camille Stein dijo...

me ha gustado mucho esta frase: el pasado puede tener porvenir


precioso homenaje, Libertad...

'Primavera con una esquina rota' y 'La borra del café' son dos de mis libros preferidos de Benedetti

un beso

momo dijo...

Me has emocionado.
ya veo que siempre lo has llevado también en tu mochila particular.
"En la tarde recuperé vagamente la conciencia, atendí una llamada , sólo una , luego volví a hundirme.Aquel único ademán alcanzó para salvarme.H ni siquera tuvo esa posibilidad , la soledad lo habia dejado inmovil.
PRIMAVERA CON UNA ESQUINA ROTA.
Libertad...
Un abrazo muy grande y compartido.

UMA dijo...

Veo, Liber, que vos tambièn haz aprendido.
Que tu camino siempre ha sido bùsqueda, por esto tambièn busco entre tus letras, por esa empatìa que tengo con vos.
Hermosas tus palabras para un grande, hermoso legado te dejò a vos tambièn, y eso es verdaderamente bello.
Mi abrazo desde el sur.

UnaSirenaVarada dijo...

Querida Libertad, es muy bonito lo que has escrito sobre el poeta.
Yo también aprendí con él insólitas tácticas y estrategias, y casi no quiero saber de otras. Él me ilustró sobre la nostalgia atroz, sobre huir de pensamientos para darme de bruces con ellos, sobre comprender la vida y no perder la sonrisa. Y también me enseñó que -como dijo Aute-: “el amor sin poesía es un coñazo”.

Un abrazo muy fuerte

Sirena Varada dijo...

¡Vaya! Otra vez me despisté con la dirección.
La de antes y yo somos la misma sirena.
¡sorry!

cristal00k dijo...

Revientan los bloggs de homenajes al `poeta. Merecidos se los tiene, él, que está en el imaginario y el patrimonio emocional de tantos.
Precioso y original el tuyo Libertad.
Un beso.

Anónimo dijo...

No dejes de leerlo. Este mayo está habiendo muchas pérdidas: Benedetti, Antonio Vega, el psiquiatra rojo (diferentes unos de otros), pero sé que para ti, con grandes aportaciones en diferentes facetas de tu vida.
Gracias por recordarnos algunos de sus escritos entrelazados entre tus letras.
Bs

libertad dijo...

Sí, tienes razón anónimo.
Os recomiendo por su extrema belleza, sensibilidad y pulcritud al escribir, el post de Holden sobre Benedetti (http://aitormena.blogspot.com/)
Besos

manuel_h dijo...

precioso homenaje!!

Clarice Baricco dijo...

Maravilloso homenaje has realizado.
Lindo lo que escribiste. Lindo.

Abrazos.

Insanity dijo...

Libertad, como siempre, aleteos entre tus letras :)
Precioso post!
Felicidades.
In

Elendaewen dijo...

Por cuántos más tendremos que quitarnos el sombrero...

Saludos.

K. dijo...

¿sabías tú quien era ella?

libertad dijo...

Sí, claro, K., sabía yo de quien habla. Profundicé en el trasfondo.
Me alegro de verte por aquí
Besos!

libertad dijo...

No sé por cuántos, Elendaewen, no sé. Pero en mayo se han ido varios de los grandes...
Besos